Cómo cambiaron las reglas: casos de partidos reales en los que las regulaciones oficiales eran un completo caos.
2 mins read

Cómo cambiaron las reglas: casos de partidos reales en los que las regulaciones oficiales eran un completo caos.

A menudo parece que el fútbol moderno es una máquina en la que todo está escrito y dispuesto en estanterías. Pero aquellos que al menos una vez han estudiado la historia de las reglas de este juego nunca dejan de sorprenderse de cuánto espacio había para el caos y el desorden en el mundo del fútbol. Sigo volviendo a viejas historias en las que incluso un simple partido podía convertirse en un divertido enfrentamiento entre equipos o en un torbellino de discusiones entre espectadores y árbitros. Hubo una época en la que incluso la idea del fuera de juego difería no sólo de una ciudad a otra, sino a veces de un patio a otro. Imagínense: un equipo estaba jugando como un disco de hockey, el otro mantenía estrictamente la línea y de repente alguien trató de explicar que no hubo ninguna violación por parte de los oponentes, porque, dijeron, «no lo hicieron a propósito».

Recuerdo una historia de un partido inglés donde el primer árbitro simplemente observaba el juego desde la banda, no juzgaba nada y todos los episodios polémicos eran resueltos por los jugadores directamente en el campo. Así nació la tradición de respetar la palabra, no la tarjeta amarilla. Otro ejemplo son los famosos “tiros penales desde el punto de penalti”: durante mucho tiempo no se pudo determinar desde dónde tirar, cuánto tiempo dar para la preparación e incluso cuántos jugadores debían estar presentes en ese momento. Todo se decidió espontáneamente, sobre la marcha y con el sincero deseo de llegar a un acuerdo, y no según los puntos del reglamento.

Aún más confusos fueron los momentos con las sustituciones: imaginar que hoy en día un defensor pudiera ser simplemente reemplazado cuando lo sacabas del banco sería un milagro. Las sustituciones se inventaron después del primer Mundial, y antes de eso, los jugadores lesionados simplemente dejaban de jugar y el equipo fantaseaba con la alineación lo mejor que podía. Este verdadero caos e incertidumbre ha nutrido durante mucho tiempo el juego con un sabor realmente impredecible, e incluso ahora, cuando las emociones estallan de repente en el campo debido a una decisión ambigua, recuerdo aquellos viejos tiempos y lo entiendo: el fútbol siempre ha sido un poco más que un conjunto de puntos en el reglamento. Eso es lo que lo hace real.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *