Ya sabes, en el fútbol siempre existe una fuerte tentación de forzar demasiado el cuerpo: un sprint más, diez minutos más de carrera, una serie más de ejercicios de press o de potencia. Pero la verdadera sabiduría del fútbol llega cuando aprendes a escucharte a ti mismo no sólo durante el partido, sino también fuera de él, especialmente en los momentos en los que el entrenamiento ha terminado y tu cuidado personal recién comienza. Creo sinceramente que la recuperación es una parte tan integral del proceso futbolístico como la táctica o el estiramiento, y vale la pena recordarlo con no menos inquietud.

El descanso adecuado no es una inactividad pasiva, sino todo un complejo de acciones que ayudan a que los músculos, el corazón e incluso la cabeza funcionen mejor, soporten mayores cargas y eviten lesiones. Siempre les aconsejo a mis amigos y suscriptores que no ignoren las cosas básicas: enfriamiento gradual después de un entrenamiento, un simple automasaje de las piernas, estiramiento ligero. Se trata principalmente de respetar su cuerpo, no de una formalidad por el simple hecho de marcar la lista. Una nutrición adecuada y un régimen de bebida suficiente después de cada sesión es otro axioma para quienes aman su deporte y se esfuerzan por progresar sin pausas innecesarias para el tratamiento.

Una historia aparte es la del sueño de calidad. Este es quizás el mejor “entrenador” que a veces se subestima, esperando ingenuamente que una cruz extra sea más importante que una buena noche de sueño. Lo admito: incluso un solo descanso perdido puede resultar en fatiga en el campo, peor estado de ánimo e incluso pérdida de concentración durante los momentos clave del juego.

Me gusta decir: el verdadero profesionalismo comienza cuando te das tiempo para recuperarte y no lo consideras un signo de debilidad. ¡Viceversa! Cuanto más descansado estés, mejor rendirás en tu próximo entrenamiento, y aquí es donde reside el verdadero secreto del progreso constante. El descanso no es una negativa a moverse, sino un elemento competente de la estrategia futbolística que permite permanecer en el juego durante más tiempo y obtener verdadero placer de él. Por eso, alterna la carga de trabajo con la recuperación, escucha a tu cuerpo y así tu juego no solo será emocional, sino también estable durante muchos años.